El mundo del fútbol está de enhorabuena. Zinédine Zidane, leyenda viva, póster de toda una generación de jóvenes madridistas –y no madridistas- vuelve al primer plano. Se podría decir que, de una vez por todas, el francés se ha decidido a alejarse de la sombra en la que se mantenía desde que, en junio de 2009, volviera a la casa blanca para convertirse en consejero de Florentino Pérez.
Y es que, desde el día en que fue nombrado, nadie supo exactamente en qué consistían sus funciones. ¿Qué hacía Zidane? ¿Dónde estaba? ‘Zizou’ no tenía –no tiene- ninguna formación técnica. ¿Qué consejos daba? Durante su primera temporada como consejero del presidente, cargo no retribuido que le permitió seguir con sus numerosísimos compromisos, tanto humanitarios como publicitarios, el Real Madrid vivió un nuevo año sin títulos: El equipo sufrió el ‘alcorconazo’ en la Copa del Rey y cayó, una vez más, en octavos de la Champions, además de escapársele la Liga más disputada que se recuerda. Y Zidane lo vio todo sin prácticamente ser visto, desde la barrera, con la extrema discreción a la que parece que le obliga su legendaria timidez.
Pero ahora ‘Zizou’ ha vuelto. Ya se ha decidido. Mourinho lo quiere tener cerca y el francés es actualmente consejero del presidente para el primer equipo. Suena bien. Debutó en el partido de Champions ante el Ajax, viajó con el grupo, estuvo con Mou en el autobús y se sentó junto a él en el banquillo del Amsterdam Arena antes del partido. La afición madridista sigue sin saber muy bien cuál será su cometido, pero todo el mundo se congratula con la ‘vuelta’ del héroe de Glasgow.
Pero, lo que son las cosas, ahora que el Real Madrid cuenta con uno de los entrenadores más eficaces del mundo, justo ahora que Cristiano Ronaldo, Özil y los demás deslumbran, con el equipo brillando y funcionando a tope, ahora es precisamente cuando los focos vuelven a iluminar a ‘Zizou’. Y como en sus mejores tiempos, de igual manera que en el campo el francés sabía definir, marcar y destilar el mejor pase en el instante adecuado, Zidane ha sabido volver a la palestra. Nadie podrá decir que haya elegido un mal momento para ello.
