para pensar.....

"No dejamos de jugar porque nos hayamos echo viejos....nos hacemos viejos porque hemos dejamos de jugar..."

"Reirse de todo puede parecer de tontos....pero no reirse de nada lo es de estupidos"...

"Los sueños nunca desaparecen siempre que las personas no los abandonan..."

"No es grande aquel que nunca falla, sino aquel que nunca se da por vencido"...

"La voluntad de triunfar no vale nada sin la voluntad de entrenar"

"El dolor sana, las derrotas van y vienen, la gloria.....La gloria dura para siempre..."

"AQUEL QUE SE ATREVE A ENSEÑAR, NUNCA DEBE DEJAR DE APRENDER"....

"UN ENTRENADOR VALE, LO QUE VALEN SUS JUGADORES"...


viernes, octubre 26, 2012

¿SOBRAN LOS JUVENILES C ?


¿Sobran los Juveniles C?


Publicado en www.anfutbol.com  el 2 Nov 2011 en la categoría Fútbol Nacional,

Este último fin de semana estuve viendo partidos en Madrid, y tuve ocasión de presenciar, en la misma tarde, el partido del Juvenil C del Real Madrid en casa del RSD Alcalá B (0-1) y del Juvenil B del At.Madrid en casa del Alcorcón (4-4). Ambos son los terceros equipos juveniles de sus respectivos clubes, pero con una salvedad, en mi opinión muy importante: el del Real Madrid es Juvenil C y juega en la categoría autonómica preferente de Madrid y el del At.Madrid es el Juvenil B y juega en el grupo 12 de la categoría de Liga Nacional juvenil.

 
¿Es necesario tener un Juvenil C? ¿Qué valor tiene en la estructura de fútbol base de un club profesional? Por ejemplo, el nivel de competición al que se ven exigidos los jugadores del Juvenil C del Real Madrid, es francamente bajo. Equipos que aunque cuenten con jugadores dos y tres años mayores, están en el tercer escalón juvenil, siendo en ocasiones juveniles B. Pasar del primer nivel de categoría cadete al tercer nivel juvenil influye negativamente en el progreso de muchos jugadores, principalmente porque su progreso técnico no se ve equiparado a su progreso en intensidad y competitividad. Sobre todo en el Real Madrid, con la enorme capacidad de captación que tiene.

Conozco pocos clubes que cuenten con un equipo Juvenil C: Real Madrid, Getafe CF, Rayo Vallecano (por primera vez desde la temporada 2010/2011), Sevilla FC o Real Betis, por ejemplo. Otros clubes principales, como FC Barcelona, RCD Espanyol, At.Madrid, Villarreal CF o Valencia CF no cuentan con equipos juveniles por debajo de categoría nacional. Mención aparte merecen la fórmula utilizada por At.Madrid y Villarreal, muy acertada bajo mi punto de vista, de disponer de un primer equipo juvenil en División de Honor, un segundo en Liga Nacional y además controlar a un equipo propio pero con otra denominación y que compita en División de Honor
(At.Madrileño y CD Roda respectivamente).

Por otra parte, cabe destacar que los mejores jugadores que cada temporada pasan de categoría cadete a juvenil (si no habían ascendido ya previamente), nunca pasan al Juvenil C, sino que normalmente pasan al Juvenil B o incluso a División de Honor.
 Aunque decidir cuáles son los mejores jugadores es una tarea subjetiva (por ejemplo Álvaro Morata, que fue fichado por el Real Madrid del Cadete A del Getafe, perteneció en su primer año como juvenil al Juvenil C, al igual que Dani Parejo años attrás), hay también datos objetivos que así lo demuestran, tomando como ejemplo el Real Madrid:

- Ninguno de los jugadores cadetes en 2010/2011 que fueron convocados con España Sub-16 y que esta temporada están en el Juvenil C, repitieron convocatoria para la primera fase clasificatoria del Europeo Sub-17. Los jugadores convocados del Real Madrid fueron Iván Sáez (Juvenil A) y José Pozo (Cadete A).

- Ninguno de los jugadores del Real Madrid que disputaron en marzo de 2011 el Preeuropeo con España Sub-17 en Bélgica, jugaban en el Juvenil C. Los jugadores convocados del Real Madrid fueron Alfonso Herrero, Diego Caballo, Iván Sáez y Raúl De Tomás (todos ellos entonces en el Juvenil B)

- De la actual plantilla del Juvenil A, compuesta por 22 jugadores, sólo 8 pasaron por el Juvenil C. De esos 8, sólo 2 son titulares habituales.

Sinceramente creo que sólo merece la pena disponer de tres equipos juveniles si se sigue el formato antes mencionado de At.Madrid y Villarreal, que permite tener a varios juveniles de primer año compitiendo en División de Honor (en esta temporada, mientras el Real Madrid sólo tiene a Iván Sáez, procedente precisamente del At.Madrid, los colchoneros tienen a Iván Calero, Chele Gómez, Borja Martínez, Arona Sane y Jonathan Ortiz), y donde la mayoría de los jugadores cadetes promocionan al juvenil de Liga Nacional




jueves, octubre 25, 2012

La formcion del futbolista por Gianluca "VIALLI"


La formación del futbolista por Gianluca Vialli (extracto):

Publicado en www.anfutbol.com , el 6 Mar 2011 en la categoría Más que Fútbol,
 



¿Cómo se forma un futbolista? ¿Por qué normalmente unos países forman unas clases de futbolistas diferentes a otros? ¿Cómo afectan los diferentes factores externos a la creación de un estilo de entrenamiento y juego? ¿Por qué en cada liga se juega a un tipo de fútbol distinto?

En primer lugar, es importante definir los elementos que componen un futbolista, al que se le puede representar gráficamente en un cuadrilátero según cuatro parámetros:

- Habilidad técnica, Capacidad atlética,Inteligencia, Mentalidad:

Son varios los factores que explican estas preguntas, aunque todos intervienen a la vez, no es posible destacar uno sobre los demás:

  1. Culturales
  2. Sociales
  3. Históricos
  4. Climáticos
  5. Técnicos
1.      Factores Culturales

1.1. La mentalidad

“Para el jugador italiano, el fútbol es un trabajo; para el jugador inglés, el fútbol es un juego”. En los jugadores este hecho se observa de esta manera:


- En la mentalidad italiana hay una cierta tensión nerviosa que los jugadores asumen desde niños. El fútbol es su trabajo y cuando están en el campo no estarían en ningún otro sitio. Se hace lo que se sea necesario para ganar, tienes que ganar, te enseñan a ganar. En Italia un delantero es evaluado por su capacidad para marcar goles y un centrocampista por su capacidad para generar juego. Los aficionados no quieren juego, quieren un resultado.

- En Inglaterra hay más pasión, el fútbol es un juego y los jugadores buscan jugar, competir, dar el máximo, y aunque no ganes, se te aplaudirá si has dado el máximo. Un delantero es evaluado por su capacidad para competir y ayudar al equipo y un centrocampista por su entrega, compromiso y actitud. Los aficionados quieren ver un juego en el que todos dan lo mejor de sí mismos.




Esta diferente mentalidad también se refleja en el tipo de juego en cada liga:

- En Italia el fútbol es una cuestión de supervivencia. El miedo a la derrota es enorme y se trabaja duro para aprovechar cualquier opción tras estudiar al rival de forma exhaustiva. El equipo sabe que mientras sigue vivo y tiene la energía necesaria puede marcar en cualquier momento.

- En Inglaterra el fútbol es una cuestión de competición. No se trata de defenderse sino de intercambiarse golpes atacando. Se trata de ser agresivo, directo y darlo todo para llegar vivo al final. No hay miedo a la derrota siempre que se ha dado el máximo.





1.2. El respeto a la autoridad

En Inglaterra se entiende y se aprecia más la autoridad que en Italia, y en general en los países sajones más que en los latinos. Se diferencia perfectamente entre persona y cargo, mientras que en Italia si se odia a un político, también se le odia como persona. Por eso en Inglaterra se respeta más a los entrenadores y los jugadores se sienten más unidos a él. Los entrenadores duran más en los banquillos, se les defiende más en los momentos duros y se les da más crédito en las victorias. En Italia todos los jugadores miden más sus palabas sobre los entrenadores, ya sea en los momentos buenos o los malos.

También sirve como ejemplo la forma de reaccionar en los cambios. A ningún jugador le gusta ser sustituido, pero en Italia es más normal ver a los jugadores manifestar su desagrado, sea ignorando al entrenador, dando una patada a una botella o dirigiéndose directamente al vestuario.


En Inglaterra los jugadores siguen al entrenador como si fuera un general en la trinchera. Según Wenger “En Inglaterra los jugadores confían en el entrenador hasta el extremo y harán sin protestar cualquier cosa que se les ordene, jamás piensan que el entrenador hará algo para perjudicarles con lo que no cuestionan sus métodos. En Francia sin embargo sólo confían en el entrenador hasta cierto punto, tienes que demostrarles que haces lo mejor para ellos para que crean en el trabajo que desarrollas”. Al fin y al cabo el fútbol es un esfuerzo colectivo: según Jorge Valdano “¿Quién es mejor pensando y procesando información y tomando decisiones? ¿El cerebro de un entrenador o los cerebros de once jugadores en el campo, luchando por un objetivo común?”.

1.3. La ética de trabajo

Por lo general, los jugadores ingleses no se plantean los ejercicios que hacen, no los discuten, simplemente los ejecutan. Para ellos el fútbol es un juego y el entrenamiento es simplemente una carga a soportar para jugar los domingos. Para Sven-Goran Eriksson “El sentido de ética y sacrificio del inglés es extraordinario, no hay discusión. En Italia por el contrario los jugadores tienen a criticar y analizar cada orden. Para Marcello Lippi “En Inglaterra están convencido de que son los maestros del fútbol y hacen lo mismo una y otra vez, no se desvían de su camino. En Italia siempre pensamos que puede haber un modelo mejor, pensamos de forma más crítica y analítica, estamos más abiertos al diálogo. Y esto se aplica a los jugadores, a los entrenadores y a las tácticas. Nuestra mentalidad es beneficiosa aunque a veces el precio a pagar es caro”.

Según David Platt “El futbolista italiano es proclive a hablar de sistemas tácticos, mientras que para el inglés es de poca importancia. Si en un equipo inglés no se entrena la táctica en una semana nadie se preocupará, mientras que en un equipo italiano cualquier jugador estará aterrado, pensando que el equipo no estará bien preparado”.

Arsene Wenger lo nota hasta en la actitud de los jugadores “Es raro ver a un jugador italiano sonreír en el campo, los jugadores ya no disfrutan, están completamente concentrados en su trabajo. Esto se ve claramente en el ambiente en el vestuario antes de un partido: en Italia o en Francia se nota la tensión y la concentración, mientras que en Inglaterra parece una discoteca, con música, diversión, y luego los jugadores dan el cien por cien”.

1.4. Latinos racionales, anglosajones irracionales

La racionalidad latina hace que siempre estemos a la defensiva, donde lo desconocido es una amenaza. No queremos riesgos y buscamos matar los partidos cuanto antes. En Italia es peor dejar escapar una ventaja de dos goles a perder por seis: significa que mentalmente no hiciste lo correcto, cuando la mente es algo más controlable que el físico o la técnica.

 Por ello el Milan de Ancelotti que perdió la final de la Champions League en 2006 contra el Liverpool en la tanda de penalties sufrió lo que se denominó el “Efecto Estambul”. Por ejemplo la selección italiana jamás ha perdido un partido en el que ganaba 2-0 en un Mundial o una Eurocopa.

Otro ejemplo del racionalismo italiano es el que se basa en el principio de “En igualdad de condiciones es mejor ayudar a los demás que perjudicarlos”: en los últimos partidos de liga en la Serie A o la Serie B si un equipo que no se juega nada es muy probable que regale los puntos a su rival si éste los necesita de verdad. Es mejor dar para poder recibir cuando se necesite, lo contrario es una muestra de locura y egoísmo. En Inglaterra este hecho jamás se produce por el sentido tan profundo que tienen del honor y la deportividad.

2. Factores Sociales

2.1. El fútbol en la calle

El fútbol en la calle es muy importante en la formación de jugadores y se está perdiendo debido al crecimiento de las ciudades. Otorga una base a los jóvenes que luego pueden aplicar cuando juegan en equipos. Jose Mourinho aplicó este sistema al fútbol base del Chelsea: “No desarrollamos la capacidad aeróbica haciendo carrera continua sino con partidos de tres contra tres, como jugando en la calle, sin goles ni estrés. Los grandes jugadores proceden de la calle porque el balón forma parte de sus vidas y desarrollan una inteligencia natural con el juego”. Según Alex Ferguson “El talento natural se encuentra actualmente en África y Sudamérica, porque es donde los niños tienen la oportunidad de desarrollar esa base por ellos mismos”. En otras palabras, la prosperidad es un enemigo de los futbolistas con talento.

3. Factores Históricos

La superioridad genética y atlética de África

Los jugadores procedentes de los países del “Cuerno de África” (Senegal, Ghana, Liberia, Nigeria, Costa de Marfil, Nigeria y Camerún), tanto nacidos allí como con antepasados de esa zona, suelen por lo general ser muy superiores físicamente a la media (más altos, más fuertes, más coordinados, más resistentes). No es un argumento racial sino geográfico: los negros no son más atléticos que los blancos, sino que los africanos del oeste son más atléticos que los caucásicos, asiáticos, americanos y el resto de los africanos. Esto se debe a que los descendientes del Cuerno de África tienen un mayor grado de varianza en la habilidad atlética, con lo que producen proporcionalmente mejores y peores atletas que el resto de zonas, y en el fútbol profesional vemos sólo a los mejores. El factor principal para este hecho se basa en que los africanos del oeste tienen mayor variedad de genes porque la raza humana comenzó en esa zona para luego expandirse y cambiar de genes en la evolución humana con el fin de adaptarse a otras zonas.

4. Factores Climáticos

El viento, factor determinante

El clima es el único elemento incontrolable en el fútbol, y por norma general las zonas con mejor clima para jugar al aire libre producen jugadores de mejor calidad técnica. Dentro de los factores del clima (temperatura, lluvia, viento, niebla, etc.), es el viento, y en especial su velocidad, el aspecto más influyente en el desarrollo de un futbolista y su entrenamiento, porque condiciona totalmente los tipos de ejercicios realizables y los tipos de juego.



Para Arsene Wenger “El viento lo condiciona todo, porque te fuerza a hacer sólo un tipo de ejercicio, sea en velocidad o en movimiento continuo. Te impida trabajar tranquilamente en técnica o táctica, porque tienes que mantener a los jugadores en movimiento para que no se queden fríos, y con mucho viento apenas te puedes comunicar con ellos”.

5. Factores Técnicos

5.1. El entrenamiento en el fútbol base

Por un lado, es bueno trabajar con los jugadores a edades muy tempranas con el fin de inculcarles los hábitos correctos, pero por otro lado no se puede perder el “instinto natural” que es tan importante. Para Alex Ferguson “es importante que los niños reciban una ética de entrenamiento muy pronto y crear una base técnica y física, sin entrar en la táctica”. Para Fabio Capello “hasta los catorce años el entrenamiento debe basarse en divertirse y mejorar la técnica”.

- En Italia se enseña a ganar y a ser competitivos, el resultado es muy importante

- En Inglaterra se centran más en enseñar valores sin importar el resultado. Sin embargo este modelo pedagógico-deportivo está evolucionando hacia uno más profesional-organizado, con un cambio también en estilo, del típico juego directo a uno más técnico.

5.2. Preselección temprana: calidad vs fuerza

En Italia, la formación de jóvenes se basa en conseguir los mejores jugadores, mientras que en Inglaterra se basa en usar el deporte como medio para enseñar valores como la deportividad o el trabajo en equipo. Los chicos en Italia entrenan como los profesionales, pero en Inglaterra es pura diversión. En España o Italia se centran en seleccionar jugadores con talento para luego desarrollarlos, mientras que en Inglaterra se prefiere a aquellos que pueden correr y luchar, aunque no tengan calidad técnica.
 Este hecho se refleja también en los aficionados y los medios: en Inglaterra se pide esfuerzo y se ensalza a los jugadores que lo dan todo por el equipo, mientras que en Italia se piden resultados y se ensalza a los jugadores superiores técnicamente.

 
5.3. Las diferencias atléticas se deben a diferentes tipos de entrenamiento

No hay diferencias genéticas entre jugadores, sino diferencias atléticas debido al trabajo llevado a cabo desde edades tempranas. En Inglaterra los jugadores suelen tener mayor resistencia porque su entrenamiento se basó en partidillos que siempre les obligaban a estar en continuo movimiento. En España o en Italia los jugadores son más ágiles y explosivos porque se hace más trabajo físico específico y más ejercicios para mejorar la técnica individual. Esto explica que por lo general la liga inglesa sea de un nivel muy intenso, porque la velocidad es constante, pero no necesariamente alta. En España e Italia el juego tiene más pausas (lo que Valdano denomina “tiempo para pensar”) pero también más períodos de aceleración (lo que Valdano compara con una sinfonía, con sus altos y bajos). Un partido inglés es como una carrera de 5 kilómetros mientras que un partido español es como una serie de sprints.

5.4. El delta: la variación del rendimiento en el tiempo

Hay dos tipos de velocidad: la de corto espacio (fuerza explosiva) y la de largo espacio (sprints en 30 metros o más). El delta aplicado en este sentido nos indica la variación de la velocidad de un jugador en el tiempo: hay jugadores que son muy veloces en los primeros 20 sprints pero son muy lentos en los últimos 10, mientras que otros mantienen su velocidad constante todo el partido, con lo que al principio no son tan veloces pero llegan más frescos al final. Este hecho es vital para delanteros y defensas centrales, porque aquellos con un mejor delta tienen más opciones de decidir un partido en los instantes finales.

 

miércoles, octubre 24, 2012

FUTBOL Y ESTUDIOS ?


Fútbol y estudios


Publicado en www.anfutbol.com, el 10 Ene 2011 en la categoría Más que Fútbol.

En una conversación informal con Miguel Bedoya, jugador del Getafe B, y otros amigos, nos comentaba que acabó la licenciatura de Administración y Dirección de Empresas en verano y que esta temporada compagina el fútbol con un curso intensivo de inglés, pero que no tiene ni idea de en qué dirección orientar su carrera profesional al mismo o tiempo o después de su carrera deportiva (ahora tiene 24 años, así que esperemos que sea para 2020). Él es un caso atípico porque ya tiene una titulación universitaria, pero es significativo el hecho de que sus inquietudes vayan mucho más allá que el fútbol.


Trato a diario con chicos de 15 a 18 años que, salvo en casos excepcionales como Cedric Mabwati, ya en Segunda División con el CD Numancia, dividen su vida en tres apartados básicos: las relaciones con padres y amigos, los estudios y el fútbol. Son chicos normales cuya singularidad es que pertenecen a la estructura de fútbol base de un club profesional y por tanto dedican muchas más horas que los chicos de su edad al deporte, y con un grado de responsabilidad más elevado.

Sin embargo, no por ello deben descuidar sus estudios y mucho menos abandonarlos. En primer lugar porque a esa edad, ni aún jugando en la selección española, tienen garantizado el llegar al fútbol profesional, ya que el camino por recorrer es aún largo, y además nunca se sabe en qué momento puede llegar una lesión grave. En segundo lugar, porque después de su retirada con un cierto nivel de estudios su incorporación al mundo laboral será mucho más fácil, incluso en puestos relacionados con el fútbol, como entrenador, coordinador de cantera, directivo en cualquier área, etc. Y en tercer lugar, y no menos importante, porque un jugador con estudios, en la mayoría de los casos, es una persona equilibrada e inteligente, que entiende mejor el mundo del fútbol y que entiende mejor a gente como yo, que le asesora y orienta para tomar las mejores decisiones en cada momento.

De todos modos, por mucho que yo me preocupe por los estudios de mis jugadores, ni soy profesor ni soy sus padres. La disciplina y el hábito de estudio deben comenzar en casa. Un chico no es buen o mal estudiante porque juegue al fútbol. Todas las horas que el fútbol le quita no se traducirían en horas de estudio si no estuviera en un equipo, se convertirían en horas dedicadas a otro deporte, a los amigos en el parque o a la videoconsola. Cuántas veces le he tenido que explicar a unos padres que prohibir a sus hijos jugar al fútbol por llevar malas notas a casa, no es la solución.


Creo firmemente que cualquier chaval puede combinar el deporte con los estudios, porque lo he vivido en primera persona y lo he visto en muchos jugadores. Unos acabarán la ESO y harán un módulo, otros acabarán el bachillerato y otros incluso comenzarán una carrera universitaria, eso dependerá de cada uno, pero todos lo pueden compaginar con sus carreras deportivas. No todos llegarán al nivel de Miguel Bedoya, pero lo importante es que lleguen al mayor nivel que puedan.

lunes, octubre 22, 2012

“¿Qué entendemos por formación?"



 “¿Qué entendemos por formación?/ Relación con la competición”, que creo que resume bastante bien la importancia del fútbol base, y como lo que importa es la formación y no tanto los resultados.

“El trabajar en la base tantos años me ha llevado a plantearme algunas ideas con las que empecé a entrenar, por ejemplo, la palabra formación, sobre todo cuando algunos compañeros la empleaban como sinónimo de derrotas, perdemos porque estamos centrados en la formación.

Para mí la formación no está reñida con los resultados, siempre y cuando no invirtamos las prioridades, es decir, la formación debe ir relacionada con la mejora del futbolista a todos los niveles. Si tú consigues que el futbolista sea capaz mejorar a nivel individual, posibilitará la mejora del grupo de futbolistas que actúen con él y a la larga mejorará el conjunto, por lo tanto llegarán los resultados positivos sin que estos sean nuestro fin principal”

Con esto quiero centrar uno de los primeros puntos a tratar, que es la importancia del crecimiento como futbolista antes que el resultado. Es muy lícito buscar que el equipo obtenga grandes resultados, que consiga goleadas, pero eso no puede estar por encima del crecimiento de los niños. Lo que tiene que importar es conseguir el crecimiento de las características del futbolista (como defensa, portero o buscando las características que mejor se adecuen a su forma de ser/jugar), sin olvidar por supuesto los resultados.

“Lo esencial en la base es que el futbolista vaya adquiriendo bases sólidas sobre las que asentar su proceso de madurez futbolístico-personal, que debe ir relacionado con las mejoras, que le permitan, poco a poco y quemando sus fases, convertirse en un futbolista competitivo a todos los niveles: decisional, psicológico, físico, etc…”

La formación tiene que ir enfocada a conseguir la mejora del futbolista ya no solo en el aspecto físico.Tiene que crecer en todos los ámbitos, sea capaz de interpretar los partidos, buscando las mejores soluciones, mejorando el aspecto físico, vital en muchas ocasiones, y siendo quienes de “unirlo” con el aspecto táctico.

                                                    


Pensar por si mismo, aprendiendo de sus propios errores y siendo capaz de mejorarlos para convertirse en un futbolista mejor, sabiendo que es lo mejor en el aspecto individual, pero buscando el equilibrio con el resto del grupo.

“Pero la competición también tiene su sentido propio, se compite para vivenciar lo aprendido, evolucionar a través de la competición y adaptarse paulatinamente a las situaciones reales que propone el fútbol.

Se compite también para evaluar y sacar conclusiones sobre nuestro trabajo.”

No podemos olvidar, a pesar de todo, que efectivamente la competición está presente en la mente de todos. Pero como ya he dicho en ocasiones, no lo podemos plantear como lo primordial. La competición tiene que afrontarse como la forma de ver si los niños han captado lo enseñado, y como forma de enseñarles otros aspectos que ayuden en su crecimiento. El resultado de la competición, al final, tiene que ser lo menos importante. Si fallan y no ganan el torneo, lo que tenemos que decirles es que no pasa nada, analizar con ellos sus fallos, y usarlos para que no los vuelvan a cometer. Que entiendan que la competición es necesaria, pero que no es lo principal.

“Por último diremos, que en la base, cada niño tiene su propio ritmo de adquisición de los aprendizajes, debemos respetarlos, adaptarnos y dar diferentes respuestas según las necesidades que marca la heterogeneidad.”

Sin duda es lo principal. Cada niño es un mundo, y no todos evolucionan al mismo ritmo y de la misma forma. No podemos pretender que todos sean como Messi, que con 18 años ya estén triunfando. Hay niños que a pesar de que podamos pensar que no evolucionan, quizás estén captando mejor el mensaje, y al final sean los que mejor lo sepan captar en el terreno de juego. Cada uno, además, es diferente, por lo que hay que intentar realizar un entrenamiento en el cual podamos enseñar a cada uno de forma indivualizada, pero manteniendo un mismo nivel en el grupo, de forma que todos salgan beneficiados, tanto en el aspecto individual como en el grupal.


¿Reflexión? Hagamos de la formación de los futuros futbolistas algo divertido, que disfruten con lo que están haciendo, porque el momento de preocuparse y agobiarse por los resultados ya les llegará.